Las maneras de comerciar y crecer teniendo nuestro propio negocio, han evolucionado muy rápido en muy poco tiempo. Hace tan solo algunos años, la idea de tener una fanpage de Facebook, era un simple lujo para la mayoría de los pequeños negocios, o sólo viable para grandes marcas. Hoy sin duda, se trata de una necesidad fundamental para cualquier clase de negocio o proyecto, sin importar su rubro o actividad
Tan solo piensa como un consumidor, ¿Qué es lo primero que haces cuando necesitas cualquier artículo doméstico? ¿Cómo sabes cuál es la película que quieres ver antes de llegar al cine? ¿De qué manera eliges entre un electrodoméstico y otro, la opción que mejor se adapte a tu presupuesto? ¿Cómo haces para enterarte del restaurante de mariscos más cercano a tu domicilio y el más recomendable? El motivo por el que la proyección digital de un negocio es una necesidad, no es otra que la simple practicidad. Todo lo que un consumidor necesita saber está a una búsqueda de Google y un mensaje de distancia.
No quiere decir que todos los negocios tendrían que involucrarse en el comercio electrónico, y vender artículos o servicios en línea. Es decir que, a medida que tu negocio tenga una proyección más allá de tu local comercial y zona geográfica, tú capacidad de crecer será mayor.
No solo se trata de crecer, sino de existir. Existen miles de casos de pequeños negocios que tuvieron que cerrar sus puertas tan solo unos pocos meses después de haber sido inaugurados. En muchos de estos ejemplos, lo que trasciende, es que los negocios ni siquiera tuvieron la oportunidad de competir por clientes. Es decir, que sus consumidores nunca se enteraron de que esta oferta existía.
Dramático pero cierto, hace algunos años cualquiera de estos negocios obligados a cerrar, solamente hubiera podido contar con qué las personas se enteraran de él pasando cerca del establecimiento, o que la reputación de “boca en Boca” corriera lo suficientemente rápido para conseguir clientes antes de que fuera demasiado tarde. La realidad es que hoy aquel negocio que se ve obligado a cerrar por falta de clientes, en la mayoría de los casos lo hace porque no agotó las herramientas de difusión que tenía a su alcance y que desde luego, muchos otros negocios sí están empleando.
Un claro ejemplo de esto, me sucedió hace algunos meses; a unos pasos de mi casa abrieron un nuevo restaurante de pescados y mariscos. Yo me enteré de su inauguración porque los últimos dos fines de semana contrataron un equipo de sonido con un DJ Gritón qué invitaba a los transeúntes a pasar. El ruido era tal, que para mi viviendo a un lado, fue inevitable sentirme molesto. Pero de tan poco alcance que en ningún momento vi entrar a un número considerable de personas. Entonces me hice a escribir al negocio para felicitarlos por su emprendimiento y ofrecerles los servicios de Think Machine en publicidad digital, donde adaptándonos a su presupuesto, desarrollamos y emprendemos campañas de publicidad en Facebook con una alta garantía de segmentación y resultados.
Los propietarios del restaurante confiaron mucho en el gritón de las bocinas y decidieron prescindir de la publicidad digital. Bueno, hace unos días me enteré que el lugar había sido rentado para hacer un jardín de niños.
¿A cuánta gente dejámos de llegar sí limitamos la presencia de nuestro negocio a nuestro espacio físico? ¿Cuántas personas necesitan de un producto como el nuestro y no saben qué existimos? y lo que es más importante ¿Qué perdería nuestro negocio si exploramos nuevas formas de difundirnos en las plataformas digitales?
La respuesta es amplia pero muy interesante